
La revolución de las canas: cómo aceptar lo natural con estilo
Cada vez más mujeres eligen dejar de teñirse y aceptar el cabello gris como un símbolo de autenticidad y confianza.
El sábado que recién pasó fui al Bar de René a ver a una de las bandas más importantes de blues criollo, “El Cruce”, y de todos los grandes y maravillosos temas que tiene, hubo uno que me llevó a la reflexión.
Una de mis especialidades tiene que ver con la psicología positiva y la felicidad (palabra que muchos sienten con miedo y malestar), y sí, he recibido críticas por esto mismo, ya que en general las personas dan por hecho lo infelices que son y que no están todo el día muertos de la risa, porque es IMPOSIBLE. Y en esto hay un gran error.
Así que lo explicaré con esta linda canción: “Soy Feliz” de El Cruce.
La felicidad es un estado afectivo caracterizado por sentimientos de alegría, satisfacción y bienestar personal. La felicidad, muy mal entendida, es buscada por fuera: en otros, en los objetos o en lo material que podamos adquirir, nunca pensando en mirarnos a nosotros mismos.
La canción “Soy Feliz” comienza diciendo: “Nada de lo que me digas puede arruinar este gran día”, porque justamente el ser feliz depende de nosotros, en cómo yo decido y elijo llevar mis problemáticas, mis dolores o mis grandezas.
La felicidad no es ausencia de problemas o solo una vida de color de rosas; la felicidad va en cómo administramos nuestros afectos, en cómo trabajamos en nosotros mismos y cómo nos preparamos para afrontar la vida.
La felicidad no implica ausencia de dolores, es más, el dolor debe tener su espacio en nosotros. Cada mal día, cada malestar, debe estar presente. No hay felicidad sin dolor y no hay dolor sin felicidad.
Una de las frases que nos regala esta canción habla de lo bien que se durmió y que afuera brilla el sol (puedes pensar que suena muy cursi), pero no. En la felicidad tenemos la capacidad de apreciar y el agradecimiento.
Cuando apreciamos, observamos, aceptamos y valoramos todo lo que presenciamos. Insisto, le damos un valor agregado; por lo tanto, agradecemos.
En la gratitud está el hacer consciente mi yo interior y mi entorno, y es aquí donde la frase de la canción me hace mucho sentido: “Solo yo sé lo que he tenido que pasar, así que me queda celebrar”.
Conciencia de nuestro dolor, aceptación, trabajo interior complejo, apreciar todo lo bueno que llega, agradecer por ello y, sí, celebrarse.
Al final del camino, uno es responsable de sí mismo, y ya cuando eres consciente, justamente lo que queda es: “Elegir ser feliz”.
Escucha esta canción: “Ser Feliz”, de El Cruce.
Con cariño…
Ps. María Pía Fernández R.
Psicóloga Clínica
Directora Centro Integral Bien-Estar
Cada vez más mujeres eligen dejar de teñirse y aceptar el cabello gris como un símbolo de autenticidad y confianza.
Manifiesto Gallery, un espacio de arte que lleva 8 años en el mercado y que en la actualidad trabaja con
Una gestión de riesgos eficaz dentro de una empresa debe contemplar mecanismos orientados a evitar la fuga de talentos. Entre