Mujeres que Leen: Un Poder para la Transformación

La lectura ha sido siempre una puerta abierta a infinitos mundos. Para muchas personas, los libros son refugios donde podemos vivir cientos de experiencias diferentes, desde enamorarnos hasta ser la heroína que libra al mundo del villano de la historia, pero también podemos encontrar en los libros una poderosa herramienta de transformación. En su libro Las mujeres que leen son peligrosas, Stefan Bollmann ilustra a las lectoras a lo largo de diferentes épocas, dando pie a la siguiente reflexión: ¿realmente las mujeres que leen son peligrosas?

En la antigüedad, las mujeres habían sido excluidas de las decisiones sobre qué leer, sus lecturas eran controladas por padres o maridos, en una sociedad patriarcal que se empeñaba en limitar el acceso a la información a las mujeres. Pero, ¿por qué hacían esto?  La respuesta es clara: los libros tienen el poder hacernos cuestionar la realidad en la que vivimos, nos permiten analizar de mejor manera nuestro entorno y podemos darnos cuenta de las injusticias y poder plantear nuevas formas de pensar y actuar.

Así que sí, las mujeres que leen son peligrosas. A través de los libros, nos formamos una visión crítica del mundo. Somos capaces de reconocer las desigualdades de género y cuestionar los estereotipos que nos han impuesto. Los libros en donde las mujeres protagonistas que desafían miedos y luchan contra las adversidades nos inspiran a hacer lo mismo en la vida real, mujeres protagonistas como Aelin de Trono de cristal o Violet de Alas de sangre 

Actualmente tenemos una diversidad literaria que nos permite vivir experiencias de todo tipo. Libros como La mitad evanescente, de Brit Bennett, aborda la compleja realidad del racismo o como en libro Kim Ji-young, nacida en 1982, de Cho Nam-joo, presenta la desigualdad de género y nos podemos dar cuenta que a pesar que vivamos a miles de kilómetros nuestras experiencias pueden ser parecidas o en El acontecimiento, de la ganadora del Premio Nobel Annie Ernaux nos cuenta su experiencia personal con el aborto, como se le fue negado la decisión de elegir sobre su cuerpo y nos muestra cómo las mujeres aún luchan por el derecho a decidir sobre sus cuerpos.

Los libros son mucho más que entretenimiento. Son espacios de autoconocimiento, acompañamiento y transformación. A través de ellos, las mujeres no solo se educan, sino que también comprenden mejor el mundo que las rodea, identifican los problemas y nos sentimos impulsadas a ser parte activa de un cambio social. En donde las desigualdades están presentes, la lectura se convierte en una herramienta poderosa para construir una sociedad que sea cada vez mejor para todos nosotros.

Pamela Reyes

Experta en literatura

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